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Sigmund Freud |
Hablar de Psicoanálisis es hablar
del ser humano, su historia, su existencia, su creación.
Pero qué tiene que ver el
Psicoanálisis con el ser humano?
Desde tiempos remotos el cerebro -la
mente- ha sido un enigma para las antiguas civilizaciones, incluso se creía que
el alma radicaba en el corazón, motivo por el cual era ese el órgano más
importante. Muchos años después se habló del cerebro como el sitio donde
encontrar el origen de las funciones del cuerpo, como centro de planeación y organización.
Poco a poco el cerebro fue tomando su lugar
primordial en la configuración de procesos superiores o avanzados que
terminaron por diferenciarnos de otras especies. Los seres humanos comenzamos a
pensar y razonar.
Pero tener cerebro es tener mente?
Tener cerebro es suficiente para
ser humano?
Muchas especies animales tienen
cerebros complejos, muy cercanos al del humano, incluso parece que pueden realizar
razonamientos muy básicos, pero quizá en realidad lo que hacen es repetir
patrones de aprendizaje. Por tanto podríamos decir que el acto de pensar es lo
que nos diferencia, pero como trato de mostrar en este párrafo, parece no ser suficiente
con tener un cerebro para pensar. Es entonces donde entra en función la mente.
La mente parece ser un espacio difícil
de definir y ubicar, pero de quien vemos efectos y por la cual somos lo que
somos. Nos da carácter, personalidad, función. Es verdad que también este
espacio sublime se ve interrelacionado con funciones más biológicas, por
ejemplo en la Depresión, donde existe un componente biológico (alteración en
los neurotransmisores) pero donde también la mente (su funcionamiento) influye.
Es así, que al percibir que la mente era algo más que
un simple órgano biológico, algunas personas comenzaron a interesarse en
estudiar la mente. En un inicio de una forma más intuitiva que científica. Es
entonces cuando entra en escena la “locura”.
Los primero “estudios mentales” se
realizaron en hospitales y asilos para “locos”. De tal forma que el camino
inicio con tratamientos tan extravagantes como ahogamientos en agua, trepanaciones,
resecciones de lóbulos cerebrales, electroshocks hasta llegar a la hipnosis y
finalmente al psicoanálisis.
A decir verdad, tanto hipnosis y psicoanálisis
iniciaron no en pacientes con “locura” real, sino en mujeres llamadas “Histéricas”.
Jean-Martin Charcot en el hospital Salpêtrière de París entre los años 1885 y
1886 comienza a tratar pacientes con hipnosis. A través de este método se podía
acceder a la mente de “la histérica” y revertir los síntomas (parálisis de alguna
extremidad por ejemplo), con lo cual se comprobaba que la afección no era orgánica
sino mental.
Sigmund Freud fue alumno de Charcot
y llevo esa técnica a Viena donde la practicó junto con su amigo y colega, el
fisiólogo Joseph Breuer. Tras años de tratar a “histéricas”, Freud descubrió que
los síntomas desaparecían pero eran sustituidos por otros después de cierto
periodo de tiempo variable, lo que hacía que la paciente se “curara” de un
síntoma pero enfermara después de otro.
Por lo anterior, junto con la
observación de que “hablar y decir todas las ocurrencias” que la persona
tuviera le permitía acceder a la mente de esa persona, en una forma más profunda
y por tanto con un efecto era similar al
de la hipnosis, con la diferencia de que la paciente estaba consciente todo el
tiempo y esto permitía ir descubriéndose así misma, impactando en la curación
de los síntomas igual que en la hipnosis pero con la diferencia de que éstos no
eran sustituidos por otros.
Así es como Freud comienza la
generación del Psicoanálisis, el cual iría “puliendo” poco a poco, definiéndolo
y delineándolo.
En otras
publicaciones continuaré mostrando lo que es el psicoanálisis y su relación con
el surgimiento del ser humano, no en la evolución cronológica propiamente sino
en la evolución existencial como ser…
- Sir
Parlêtre -
muy interesante...
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