Una vez que Freud constituyo
el Psicoanálisis surgieron muchos seguidores de esta disciplina. Algunos han
aportado nuevas teorías que ha enriquecido este arte tan sublime y especial.
Pero qué es el Psicoanálisis
y para qué sirve?
Como mencioné en la
publicación anterior (ver "origen del psicoanálisis"), el Psicoanálisis
inicio para tratar a las pacientes “histéricas”, después de comprobar que otras
técnicas no eran suficientes o no alcanzaban la curación que supuestamente prometían.
Pero el Psicoanálisis es algo más que una técnica para tratar a mujeres “histéricas”
pues con el paso del tiempo, gracias a su “especialización” y agregados teóricos
de otros Psicoanalistas, se ha convertido en una terapia de la mente, profunda y
completa que ofrece al paciente la posibilidad de encontrar respuestas a sus
preguntas hasta ese momento sin contestar, con lo cual se posibilita acceder a
una mejor calidad de vida.
Cuando nos duele un diente,
vamos al odontólogo. Cuando nos duele el estómago, tenemos fiebre o alguna
infección, acudimos al médico. Pero cuando nos duele el alma, cuando tenemos
confusiones y angustias indescriptibles, en dónde se encuentra ayuda?
Cuando el alma es quien
necesita tratamiento podemos encontrar opciones para ello, por ejemplo la psicología,
talleres, libros de autosuperación, reiki, etc. Sin embargo, muchas veces no es
suficiente, pues como pasaba con la hipnosis (ver "origen del psicoanálisis"), muchas de estas prácticas
sólo atacan los síntomas, el dolor del alma, pero no el origen de esos síntomas
o de ese dolor, por lo que estos últimos terminan reapareciendo.
Quiero hacer un paréntesis en
este punto para aclarar que no intento atacar a otras disciplinas, simplemente
intento fundamentar la diferencia entre el Psicoanálisis y otras técnicas dirigidas
al bienestar interno del ser humano. Al
final, el paciente es quien podrá decidir que terapia elegir.
Con lo anterior intento
mostrar que el Psicoanálisis es una
terapia que busca ir al origen de los problemas para de esta forma “arrancarlos
de raíz”, apostando a que de esta forma los conflictos internos del paciente no
se repetirán posteriormente, sino por lo menos serán detectados a tiempo para
poder controlarlos, evitarlos o impidir que obstaculicen las metas de la
persona.
Si pudiéramos hacer un símil
de esto diríamos los siguiente: Si tenemos fiebre, dolor de garganta, tos y
dolor de cuerpo, acudimos al médico por las molestias sin importarnos realmente
donde está la infección y mucho menos qué micro-organismo esta produciéndola;
pero si sólo nos recetan medicamentos para el dolor y la fiebre, sin recibir antibiótico,
en el fondo la infección persiste con el riesgo de que la fiebre y el dolor
reaparezcan, incluso con la posibilidad de que esa infección se complique con una
enfermedad más grave. En este ejemplo burdo, el Psicoanálisis es el antibiótico
que busca erradicar al micro-organismo productor de la infección con lo cual también
desaparecen la fiebre y el dolor.
Actualmente el psicoanálisis está dirigido a
niños, adolescentes y adultos, quienes pueden presentar problemas de
comportamiento, trastornos emocionales como “tristeza crónica”, angustia y desesperación,
problemas familiares, dificultad para mantener relaciones interpersonales, entre
muchas otras cosas. Pero también beneficia a toda aquella persona que desea ser
mejor y conocerse más íntimamente.
A diferencia de otras técnicas,
el Psicoanálisis no juzga, no crítica, no ordena, no dice que está bien o que está
mal, ya que todo esto son conceptos individuales de cada persona. El Psicoanálisis
sólo intenta potencializar las capacidades del paciente para que alcance sus
objetivos personales y así “su alma sane” y sea feliz.
El Psicoanálisis es algo más
que una terapia, es un estilo de vida, una forma de ser, una opción cuando
crees que todo está perdido, cuando estás cansado de intentar sin resultados,
cuando ya no deseas seguir repitiendo patrones que no te han llevado a ningún lado.
El Psicoanálisis es un viaje maravilloso y único hacia tu interior, hacia ti
mismo, al descubrimiento de quien eres en realidad, una opción de transformación,
una metamorfosis…
- Sir Parlêtre -