jueves, 27 de agosto de 2015

QUÉ ES EL PSICOANÁLISIS Y PARA QUÉ SIRVE



Una vez que Freud constituyo el Psicoanálisis surgieron muchos seguidores de esta disciplina. Algunos han aportado nuevas teorías que ha enriquecido este arte tan sublime y especial.

Pero qué es el Psicoanálisis y para qué sirve?

Como mencioné en la publicación anterior (ver "origen del psicoanálisis"),  el Psicoanálisis inicio para tratar a las pacientes “histéricas”, después de comprobar que otras técnicas no eran suficientes o no alcanzaban la curación que supuestamente prometían. Pero el Psicoanálisis es algo más que una técnica para tratar a mujeres “histéricas” pues con el paso del tiempo, gracias a su “especialización” y agregados teóricos de otros Psicoanalistas, se ha convertido en una terapia de la mente, profunda y completa que ofrece al paciente la posibilidad de encontrar respuestas a sus preguntas hasta ese momento sin contestar, con lo cual se posibilita acceder a una mejor calidad de vida.

Cuando nos duele un diente, vamos al odontólogo. Cuando nos duele el estómago, tenemos fiebre o alguna infección, acudimos al médico. Pero cuando nos duele el alma, cuando tenemos confusiones y angustias indescriptibles, en dónde se encuentra ayuda?

Cuando el alma es quien necesita tratamiento podemos encontrar opciones para ello, por ejemplo la psicología, talleres, libros de autosuperación, reiki, etc. Sin embargo, muchas veces no es suficiente, pues como pasaba con la hipnosis (ver "origen del psicoanálisis"), muchas de estas prácticas sólo atacan los síntomas, el dolor del alma, pero no el origen de esos síntomas o de ese dolor, por lo que estos últimos terminan reapareciendo.

Quiero hacer un paréntesis en este punto para aclarar que no intento atacar a otras disciplinas, simplemente intento fundamentar la diferencia entre el Psicoanálisis y otras técnicas dirigidas al bienestar  interno del ser humano. Al final, el paciente es quien podrá decidir que terapia elegir.

Con lo anterior intento mostrar que el Psicoanálisis  es una terapia que busca ir al origen de los problemas para de esta forma “arrancarlos de raíz”, apostando a que de esta forma los conflictos internos del paciente no se repetirán posteriormente, sino por lo menos serán detectados a tiempo para poder controlarlos, evitarlos o impidir que obstaculicen las metas de la persona.

Si pudiéramos hacer un símil de esto diríamos los siguiente: Si tenemos fiebre, dolor de garganta, tos y dolor de cuerpo, acudimos al médico por las molestias sin importarnos realmente donde está la infección y mucho menos qué micro-organismo esta produciéndola; pero si sólo nos recetan medicamentos para el dolor y la fiebre, sin recibir antibiótico, en el fondo la infección persiste con el riesgo de que la fiebre y el dolor reaparezcan, incluso con la posibilidad de que esa infección se complique con una enfermedad más grave. En este ejemplo burdo, el Psicoanálisis es el antibiótico que busca erradicar al micro-organismo productor de la infección con lo cual también desaparecen la fiebre y el dolor.

 Actualmente el psicoanálisis está dirigido a niños, adolescentes y adultos, quienes pueden presentar problemas de comportamiento, trastornos emocionales como “tristeza crónica”, angustia y desesperación, problemas familiares, dificultad para mantener relaciones interpersonales, entre muchas otras cosas. Pero también beneficia a toda aquella persona que desea ser mejor y conocerse más íntimamente.

A diferencia de otras técnicas, el Psicoanálisis no juzga, no crítica, no ordena, no dice que está bien o que está mal, ya que todo esto son conceptos individuales de cada persona. El Psicoanálisis sólo intenta potencializar las capacidades del paciente para que alcance sus objetivos personales y así “su alma sane” y sea feliz.

El Psicoanálisis es algo más que una terapia, es un estilo de vida, una forma de ser, una opción cuando crees que todo está perdido, cuando estás cansado de intentar sin resultados, cuando ya no deseas seguir repitiendo patrones que no te han llevado a ningún lado. El Psicoanálisis es un viaje maravilloso y único hacia tu interior, hacia ti mismo, al descubrimiento de quien eres en realidad, una opción de transformación, una metamorfosis…


- Sir Parlêtre -

jueves, 20 de agosto de 2015

ORIGEN DEL PSICOANÁLISIS


Sigmund Freud


  
  

Hablar de Psicoanálisis es hablar del ser humano, su historia, su existencia, su creación.

Pero qué tiene que ver el Psicoanálisis con el ser humano?

Desde tiempos remotos el cerebro -la mente- ha sido un enigma para las antiguas civilizaciones, incluso se creía que el alma radicaba en el corazón, motivo por el cual era ese el órgano más importante. Muchos años después se habló del cerebro como el sitio donde encontrar el origen de las funciones del cuerpo, como centro de planeación y organización.

 Poco a poco el cerebro fue tomando su lugar primordial en la configuración de procesos superiores o avanzados que terminaron por diferenciarnos de otras especies. Los seres humanos comenzamos a pensar y razonar.

Pero tener cerebro es tener mente?

Tener cerebro es suficiente para ser humano?

Muchas especies animales tienen cerebros complejos, muy cercanos al del humano, incluso parece que pueden realizar razonamientos muy básicos, pero quizá en realidad lo que hacen es repetir patrones de aprendizaje. Por tanto podríamos decir que el acto de pensar es lo que nos diferencia, pero como trato de mostrar en este párrafo, parece no ser suficiente con tener un cerebro para pensar. Es entonces donde entra en función la mente.

La mente parece ser un espacio difícil de definir y ubicar, pero de quien vemos efectos y por la cual somos lo que somos. Nos da carácter, personalidad, función. Es verdad que también este espacio sublime se ve interrelacionado con funciones más biológicas, por ejemplo en la Depresión, donde existe un componente biológico (alteración en los neurotransmisores) pero donde también la mente (su funcionamiento) influye.

Es así,  que al percibir que la mente era algo más que un simple órgano biológico, algunas personas comenzaron a interesarse en estudiar la mente. En un inicio de una forma más intuitiva que científica. Es entonces cuando entra en escena la “locura”.
Los primero “estudios mentales” se realizaron en hospitales y asilos para “locos”. De tal forma que el camino inicio con tratamientos tan extravagantes como ahogamientos en agua, trepanaciones, resecciones de lóbulos cerebrales, electroshocks hasta llegar a la hipnosis y finalmente al psicoanálisis.

A decir verdad, tanto hipnosis y psicoanálisis iniciaron no en pacientes con “locura” real, sino en mujeres llamadas “Histéricas”. Jean-Martin Charcot en el hospital Salpêtrière de París entre los años 1885 y 1886 comienza a tratar pacientes con hipnosis. A través de este método se podía acceder a la mente de “la histérica” y revertir los síntomas (parálisis de alguna extremidad por ejemplo), con lo cual se comprobaba que la afección no era orgánica sino mental.

Sigmund Freud fue alumno de Charcot y llevo esa técnica a Viena donde la practicó junto con su amigo y colega, el fisiólogo Joseph Breuer. Tras años de tratar a “histéricas”, Freud descubrió que los síntomas desaparecían pero eran sustituidos por otros después de cierto periodo de tiempo variable, lo que hacía que la paciente se “curara” de un síntoma pero enfermara después de otro.

Por lo anterior, junto con la observación de que “hablar y decir todas las ocurrencias” que la persona tuviera le permitía acceder a la mente de esa persona, en una forma más profunda y por tanto con un  efecto era similar al de la hipnosis, con la diferencia de que la paciente estaba consciente todo el tiempo y esto permitía ir descubriéndose así misma, impactando en la curación de los síntomas igual que en la hipnosis pero con la diferencia de que éstos no eran sustituidos por otros.

Así es como Freud comienza la generación del Psicoanálisis, el cual iría “puliendo” poco a poco, definiéndolo y delineándolo.


En otras publicaciones continuaré mostrando lo que es el psicoanálisis y su relación con el surgimiento del ser humano, no en la evolución cronológica propiamente sino en la evolución existencial como ser…

- Sir Parlêtre -